Cuando la gente me conoce por lo primero que me suele preguntar es por mi apellido. Efectivamente no es español, y así aprovecho ya para deciros que se pronuncia "Saguen" y es de origen noruego. Pero yo de noruega tengo poco. Nací en Cardiff (Reino Unido) un  23 de junio en la que se considera la noche más corta del año y bla, bla, bla...


 Así comenzaba mi fantástica historia allá por el año 2016, cuando Eduardo Fanegas de la Fuente decidió crearme. Y digo que mi historia es fantástica porque nunca hay que dar nada por sentado. Y eso que en mi página web siempre estuvo escrita mi verdadera historia. Porque yo lo registro todo. Es lo que tiene ser una cronista.

 Solo había que sentarse a leer tranquilamente hasta el final. Pero eso es lo que pasa hoy día, todo son prisas y nadie se detiene a leer y comprender lo que se está diciendo. Mi origen estaba ahí al alcance de los lectores. No es culpa mía que solo unos pocos llegaran a leerlo a pesar de que el camino estuviese marcado. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

 Querer hacer las cosas a tu manera o darles un enfoque distinto al que espera todo el mundo siempre trae problemas. Y es que a veces llevar a cabo un proyecto imaginativo que se salga de lo normal hace que la gente se sienta engañada o reacia a aceptar cosas nuevas. Si sois de los que llegaron a leer un poco más, si sois de los que querían "saber más" seguro que este texto os suena. Pero eso da igual ya, porque os volveré a contar mi origen.

 Me gustaría empezar diciendo que soy el resultado de una preciosa historia de amor entre el Sol y la Luna, en la que se perseguían inalcanzables por el firmamento, pero la verdad es que soy fruto de una imaginación desbordante y nací para convertirme en lo que, en un principio, parecía ser un simple seudónimo. Tras él, y un juego de palabras y símbolos musicales, se ocultaba un tímido escritor. Él no quería mostrar su rostro ni ser el centro de atención. Ya lo había hecho antes y no le gustó. No obstante le hice saber que si quería ser leído de nuevo debería llegar más allá, porque llegado el caso ¿Cómo iba a hacer presentaciones o firmas? ¿Cómo iba a dar a conocer sus nuevas novelas?

Stephen King - Richard Bachman

Nathan Fillion - Richard Castle junto a la actriz Stana Katic

 Pero a Eduardo, inspirado por los dos "Ricardos": Richard Bachman y Richard Castle, se le ocurrió dotarme de una vida y una historia. En ese mismo momento dejé de ser sólo un seudónimo, me convertí en una bella e inteligente joven con muchas ganas de experimentar sensaciones nuevas. Así llegó Silvia para convertirse en mi imagen, nuestra imagen. Ella era yo y yo era ella. Por fin tenía el rostro y el cuerpo de una personal real. Eso ayudó a que rápidamente comenzase nuestra aventura literaria con Malbec Ediciones y no tardó en salir a la venta mi primera novela: Perigeo Azul. Una obra proveniente de la reescritura de la obra El caballero de la canoa del propio autor, que no llegó más allá de su entorno más cercano, su familia y amigos.

Silvia. Y en el fondo el autor, Eduardo Fanegas
Pero Silvia no era una mujer florero. Era la suma de dos personalidades, la del que escribía las novelas, y la de una chica que realizaba un trabajo como actriz y relaciones públicas. Una joven que nunca faltaba a los eventos y daba la cara y el alma en las presentaciones de los libros. ¡Incluso llegamos a salir en la tele! Ciertamente ella era el enlace entre el mundo real y el imaginario. Ella era yo, ella era Emma Sagen.

Malbec Ediciones en Emprende Canal 24 horas

El primer año se nos pasó volando, pero fue llegar el 2018 y todo cambió. Silvia, por motivos personales, ya no pudo seguir colaborando en este divertido y gratificante proyecto. Y lamentablemente este bache no vino solo: trajo consigo graves problemas de salud en la familia más directa del escritor. Por lo que todo su mundo, el real y el imaginario, dio un vuelco y quedó patas arriba. Así que no le quedó más opción que centrarse en lo más importante: Cuidar de su familia. Para ello tuvo que apartarse durante casi tres años del mundo laboral y literario.

Emma Sagen (2016-2017)

  Durante ese tiempo intentó mantener vivo, aunque fuese en la distancia, mi espíritu, el espíritu de Emma Sagen y no perder el contacto con el mundo de los libros y los lectores. Algo se le tenía que ocurrir. Fue entonces cuando puso sus ojos en la serie Doctor Who, y más concretamente en la habilidad biológica de los Señores del Tiempo para regenerarse (lo sé es muy friki y por eso me encanta). Así fue como apareció su jovencísima y querida amiga Noelia para darme un nuevo cuerpo y un nuevo rostro, aunque fuese de forma temporal, en la web y en las redes sociales.

Emma Sagen (2018-2019)

 Mientras atendía a su familia, el escritor seguía desarrollando de rato en rato su siguiente novela,  Perigeo Rojo, y al mismo tiempo buscaba una nueva y definitiva Emma. Me gustaba eso de cambiar de cuerpo pero resultaba muy doloroso... por lo que tuve que tomar las riendas de mi destino cuando Eduardo, el escritor, recibió el golpe más duro de su vida personal. Pero eso es otra historia...

 Eduardo no lo sabía, pero acabaría dándome esa capacidad que yo buscaba y anhelaba: Convertirme en un personaje más de sus novelas para ser capaz de moverme entre el mundo real y el imaginario a mi antojo. Necesitaba que la magia no estuviese solo contenida en las páginas de un libro, quería llegar más lejos aún. Creo que hoy día, el mundo en el que vivimos, necesita mucho de eso.

 Esta decisión obligaba a Eduardo a volver a dar la cara de alguna manera, pero esta vez lo haría a medias y a su manera. Y en cuanto a mi nueva imagen... decidí escoger el rostro que yo quisiera... seleccionado entre miles de jóvenes que sin saberlo estaban deseosas de convertirse en mi. Miles de jóvenes que habitan en decenas de bancos de imágenes en la red. Y para el siguiente año, para ese 2020, este es el rostro que escogí.

Emma Sagen (2020)

 Así el escritor volvería a poner su nombre junto al mío en los libros. Reescribiría sus textos para dejarme completa libertad. ¿Acaso no soy una cronista que se dedica a registrar los sucesos más importantes de lo que acontece en el mundo?, pero claro... Soy como soy. ¿Acaso no soy hija de la Luna y el Sol? Por eso no puedo evitar intervenir en algunas cosas y hacer que el rumbo de la historia cambie... Una cronista como yo hace las cosas que tiene que hacer. Incluso barajar la opción de volver a ser alguien real. Sí, soy una cronista muy peculiar.

  Mi nuevo rostro estaba en la web y en las redes sociales, y yo me convertí en un personaje que vivía a caballo entre el mundo virtual y las páginas de Perigeo Azul y de Perigeo Rojo que no es poca cosa.

 No obstante no fue un gran año para ninguno de los dos, ni para Eduardo ni para mi. Ya no tenía la cabeza en su sitio como para sentarse a escribir. Volvió a trabajar pero su mente seguía continuamente pendiente de los suyos. Y como la vida a veces es muy cruel, se empeña en golpear una y otra vez a la misma familia. A finales de 2021 se llevó otro duro golpe que acabó con todas sus fuerzas...

 Desde entonces ya no fue el mismo. Hacía mucho tiempo que ya no lo era. Intentó retomar la escritura en varias ocasiones pero se vio incapaz de ello. Había muchos frentes abiertos... 

 Hasta que llegó un día en el que se le planteó la posibilidad de tener un nuevo comienzo. Sea como fuere ese cambio no ha hecho más que comenzar, así que puedes pinchar aquí si quieres saber más sobre el autor Eduardo Fanegas de la Fuente. Yo por mi parte me voy a tomar algo a la Última Posada, aún tengo cosas que tratar con la mismísima Eternidad... y de paso voy a pensar un ratito si quiero tener un nuevo rostro para años venideros o no tener ninguno...

Emma Sagen. Cronista
Última edición: 29 de enero 2023